En todo grupo social, existe un personaje tan imprescindible como relegado a segundo, tercero, cuarto o cualquier plano dentro de la interacción del mismo: La amiga gorda.
Si algo hay que reconocerle a este personaje es la versatilidad y lo polifacético que puede llegar a ser; para no hacernos bolas, es quien organiza las fiestas, da consejos, ayuda a conquistar al prospecto que el o la amiga traigan entre ojos, organiza viajes, escucha dramas, nunca olvida los cumpleaños, hace a un lado sus actividades para ayudar en todo cuanto sea posible y una enorme cantidad de etcéteras que sería imposible listar aquí; y todo a cambio de una gran patada en el culo, porque cuando ese personaje necesita ayuda, todo mundo tiene una cantidad sorprendente de actividades o pretextos que les impide ir al auxilio de nuestro obeso y simpático personaje.
El papel de la amiga gorda, no siempre es representado o asumido por alguien perteneciente al género femenino, no al menos en este caso, pues yo soy hombre (el hecho de que me atraigan otros hombres no hace que deje de ser hombre), y es aquí en donde les narraré, en la medida de mis posibilidades, las divertidas, aburridas, dramáticas y pintorescas anécdotas de mi grupo de amigos; aclarando que lo hago solo a modo de catarsis, puesto que llega el momento en el que la amiga la gorda se cansa de estar disponible y de que nunca lo estén para ella.
Desconozco si alguno de los protagonistas de las historias que les narraré vaya a enterarse siquiera de la existencia de este blog, pero si lo hacen, de antemano les ofrezco una disculpa por exhibir sus vidas, aunque siempre se mantendrán en el anonimato porque todos los nombres aquí usados saldrán de mi imaginación.
Dicho lo anterior, la gorda se presenta:
Mi nombre es lo que menos importa, pero cubro el papel de la amiga gorda dentro de mi grupo social, tengo 25 años, periodista de formación, oriundo (me gusta esa palabra) de algún estado del sur de México, dudo que el amor exista (tengo 25 años de edad y solo he tenido una relación estable, misma que duró exactamente 20 días), odio la celebración de navidad, de comentarios certeros, moral relajada, y una facilidad enorme para ser atraído por los problemas de quienes quiero o estimo.
No pretendo en ningún momento, volverme ''blogstar'' o algo así, para ello ya existen plaqueta, guffo, volován y una gran cantidad de bloggers que, sin lamer botas, admiro y sigo de manera muy constante en sus publicaciones. Nuevamente lo expreso, esto lo hago con la única intención de despejarme de tantos y tantos dramas emocionales y existenciales que cargo sobre mi, y que definitivamente no me pertenecen.
Con aprecio... su amiga la gorda
=)
domingo, 12 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gorda no, preferiría llamarte, pasada de buena.
ResponderEliminarsalud2
Hola y bienvenida al mundo blogger!
ResponderEliminarVeo que ilustras tu post con una imagen de mi compatriota Fernando Botero, lo cual es un halago. Estimo que independientemente de todo, l@s amig@s gord@s se necesitan mucho. Y yo espero serlo de ti.
Ay, el amor, el amor...tranquilo, falta aun mucho por vivir. Yo tengo 37 ( casi 38) y no me cierro a las posibilidades.
Un besote y aqui tienes otra amiga mas
Wendy